6 consejos para hacer tu terraza más rentable

Somos un país de terrazas. Solo en Madrid hay más de 5.900 establecimientos con licencia para montar instalaciones en el exterior, en plena época de Covid-19. Una cifra que puede arrojar pistas sobre la afición de los españoles a consumir al aire libre.

En estos tiempos de pandemia, las terrazas siguen ganando protagonismo. La mayor parte de los municipios españoles han reducido los trámites para obtener licencias y también han ofrecido a los bares y restaurantes la posibilidad de aumentar la capacidad de sus terrazas, como una forma de sopesar los continuos cierres de interiores. ¿Acabas de inaugurar tu terraza o buscas cómo generar ganancias con la que ya tienes? Te damos varios trucos para rentabilizarla.

Buen servicio y organización, igual a éxito

Aunque no todos los hosteleros tienen las mismas posibilidades e instalaciones en sus terrazas, con una organización adecuada y (mucha) planificación, conseguiremos rentabilizarla. Estas son algunas de las ideas que podemos poner en práctica: 

1. Habilita la terraza y crea un ambiente que vaya con tu negocio

Lo primero que tienes que hacer para montar tu terraza es definir su ambiente. Es importante invertir lo suficiente en acondicionarla, porque su mobiliario, sus sistemas de climatización, su decoración o su ubicación determinarán el tiempo que pasarán los clientes en ella. A más tiempo en la terraza, más consumiciones harán los comensales y más ingresos llegarán a nuestra caja.

Hay que tener en cuenta que muchos ayuntamientos han montado terrazas en espacios que antes estaban destinados a otras actividades, como aparcamientos, por lo que hay que ser muy ingeniosos para adaptar el espacio. Pero, sobre todo, debes considerar la climatología. Por ejemplo, estos tres supuestos: 

• Si hace mucho viento, es conveniente incorporar cerramientos y mobiliario más pesado.
• Si hace frío, nada como las setas de calefacción para hacer sentir cómodos a los clientes. 
• Si lo que buscamos es hacer frente a las largas horas de sol, quizás nos convenga incorporar nebulizadores y ventiladores, así como sombrillas, mesas y sillas de materiales que no se calienten demasiado. 

También es recomendable crear diferentes ambientes, combinando espacios de mesas y sillas con otras zonas de sofás y opciones más cómodas. Las plantas y otros elementos decorativos como las lámparas pueden ayudar, pero tampoco conviene abusar para no abrumar al cliente. Eso sí, piensa siempre en practicidad y valora cuestiones como el tiempo que invierte tu equipo en montar la terraza a diario para escoger un mobiliario u otro. 

2. Delimita los servicios de exterior e interior

Siempre y cuando en tu comunidad autónoma sea posible compaginar terraza con espacios interiores, es fundamental delimitar qué tipo de servicios ofreces o no en terraza: menús, carta, aperitivos, bebidas y cafés o todo lo anterior. 

Cuando llega el buen tiempo, es muy habitual que las terrazas tengan más afluencia y movimiento, por lo que debes estudiar bien qué puede generar más ingresos. Lo puedes calcular según el tiempo. Por ejemplo, ¿con qué ganas más en cuestión de una hora? ¿Con cañas y tapas o con un menú del día? En la respuesta, estará la clave para rentabilizar tu terraza.

3. Asigna personal para cada espacio

Es recomendable que haya camareros asignados específicamente al servicio en el exterior, de modo que puedan ofrecer una atención óptima sin tener un ojo puesto en lo que ocurre en el interior del establecimiento. Incluso, si les facilitas el paso entre terraza y barra o terraza y cocina, ganarás más en tiempo y en organización del equipo. 

Por supuesto, tampoco olvides tener en cuenta las aptitudes de tu equipo para ubicar a los camareros en uno u otro espacio. Si tienes un camarero con buen don de gentes, mucha memoria y acostumbrado al ritmo frenético, la terraza es su sitio. Eso sí, escucha siempre a tu equipo para conocer sus preferencias, porque es posible que te sorprenda.

Asimismo, es buena idea reforzar el personal de terraza en las horas punta del día, como comidas y cenas, y contar con apoyo extra en temporada alta, como los meses de verano. 

4. Recurre a la tecnología para las comandas

La tecnología también puede ser una gran aliada de tus empleados: con una aplicación de comandas móviles, los camareros podrán enviar los pedidos a la cocina o al bar sin tener que dar interminables paseos, y además facilitará el trabajo de los encargados.

Por descontado, también es conveniente digitalizar la carta -no solo como una medida para la Covid, sino como una forma de ganar tiempo y poder atender a más mesas al mismo tiempo.

5. Evalúa el funcionamiento de tu terraza

Para que una terraza funcione bien, hay que tener en cuenta múltiples factores. Lo mejor es organizar reuniones semanales y evaluar el funcionamiento punto por punto para motivar, corregir malos hábitos y optimizar aspectos como la coordinación y el trato al cliente. 

También es conveniente que tengas una previsión de gastos para la temporada de terrazas que te sirva como objetivo. De esta forma y, con estas evaluaciones periódicas, podrás ir ajustando todo lo necesario para ser más rentable: cambiar precios, definir las horas de terraza, redefinir la oferta gastronómica o establecer las horas de trabajo de tus empleados. 

6. Si es necesario, opta por el suplemento de terraza

En cuanto a los precios, un pequeño recargo por el servicio en terraza es más que razonable. No hay que tener miedo a recurrir a él porque los clientes normalmente saben a qué atenerse. No obstante, nunca está de más indicar la diferencia de coste mediante un cartel o aviso.