Aperitivos para bares: ideas y consejos

La hora del aperitivo es, para un buen número de bares, un elemento decisivo en su rentabilidad, su imagen y su proyección. Se trata de una tradición muy arraigada en España y, en una situación económica difícil como la que atravesamos, los aperitivos para bares se convierten en una gran herramienta para fidelizar y atraer a nuevos clientes.

Las claves del aperitivo

¿Quieres sacarles el máximo partido a tus aperitivos? Para empezar, recuerda cuál es su propósito: abrir el apetito. Se trata, por lo tanto, de un picoteo previo a la comida que ha de resultar satisfactorio, experiencial y motivador. Si lo haces bien, no es infrecuente que una tapa lleve a otra y, esta a la siguiente, por lo que los usuarios terminan comiendo a pie de barra tras haber abierto por completo su apetito.

Alrededor de la una es el momento clave para empezar a mostrar estos apetitosos piscolabis. Una música agradable, y no muy alta, para fomentar el diálogo y las recomendaciones entre los comensales y nuestros profesionales, así como el uso de ingredientes de primera calidad, son factores claves para triunfar con las tapas para bares.

Tipología de los aperitivos de un bar

Básicamente, podemos ofrecer tres clases de aperitivos: tapas calientes —tortilla de patatas, patatas bravas, tapas, croquetas...—, tapas frías —boquerones, ibéricos, sardinas, caracoles, quesos...— o tapas listas para servir —snacks, frutos secos, aceitunas, etc. A continuación te damos algunas ideas de tapas fáciles que puedes implementar en tu bar:

Ideas de aperitivos para un bar

Los principales ingredientes de la cocina española también se encuentran en las tapas y pinchos, por lo que incluir opciones con cerdo como el lomo adobado, mariscos de temporada, queso de cabra con cebolla caramelizada para un toque más sofisticado o una clásica tapa de patatas bravas son aciertos a la hora de posicionar la propuesta gastronómica de un bar.

Otra manera de crear propuestas interesantes es optar por las tapas calientes, ya que dan la sensación de mayor cuidado al momento de atender a los comensales. Algunas ideas prácticas y sencillas son las berenjenas fritas con miel para dar un toque dulce según el maridaje, así como carne picada o incluso mechada juntos con patatas fritas.

El aperitivo como elemento de marketing

Ya hemos dicho que los aperitivos para un bar son, actualmente, un incentivo poderoso para ganar clientes. Debemos, eso sí, echar el resto en su elaboración, presentación y ambientación. El público busca calidad, buen precio y variedad. Eso es innegociable. Dependiendo de sus características, también les interesan la tradición o la innovación.

Lo que nunca debes olvidar es que el aperitivo es, básicamente, una compra por impulso. Por eso debes preparar productos visualmente muy atractivos y ponerlos a la vista. Los aromas, el inmejorable aspecto, la variedad y la presentación deben ser exquisitamente cuidadas. Todo debe ir acompasado en una misma dirección: seducir al público y activar su deseo de picar.

El ambiente es, por ello, también muy importante. Un mostrador plagado de alimentos de este tipo, sumamente apetecibles, bien protegidos por mamparas o protectores transparentes, despierta el apetito por sí mismo. No hay mejor acción de publicidad que un aroma o una apariencia deliciosos.

La rentabilidad de los aperitivos para bares

Según estudios realizados, los frutos secos, la pasta, el arroz, las papas bravas, las olivas, la ensaladilla rusa y la tortilla de patatas figuran entre los snacks más rentables.

Si bien es cierto que, en la gestión de los aperitivos no conviene escatimar, por lo que exige tiempo y dedicación hacerlos bien, no lo es menos que se trata de un aspecto potencialmente muy rentable. El consumidor de estos productos también toma bebidas —con o sin alcohol— y, si queda satisfecho, suele terminar probando tu cocina en cenas o comidas.

Ahora bien, si de verdad quieres echar el resto en esta dirección, puedes crear una hora o un día VIP para la degustación de aperitivos, impulsar promociones vinculadas al consumo de bebidas especiales —por ejemplo, vermut, mosto o cerveza— o lanzar packs combinados de varios productos a precios reducidos.

Mantener un ambiente agradable, con una iluminación directa de los productos, taburetes y espacios cómodos a pie de mostrador, mesas amplias, fácil acceso y buena visualización de todas las opciones son aspectos positivos, muy motivadores, para activar las ganas de probar esos sabores exquisitos que ayudan a abrir boca.

No olvides que, como rascar, comer todo es empezar. Un ambiente con mucha gente degustando estos productos anima a desear probarlos. Si consigues seducir a los presentes, no tardarán en llegar nuevos clientes.