Esta semana se hablará de... Las cinco claves de los convenios colectivos

Hace algunas semanas os hablábamos del convenio colectivo, ese documento legal que rige todo lo que sucede en nuestro restaurante y que nadie se lee nunca. Es sorprendente que, siendo algo tan importante, el hostelero no dedique un mínimo de tiempo a empapárselo y a aprender sobre él, sobre su sentido y sobre los mecanismos que tiene para ser cumplido.

Pues bien, en las próximas horas se hablará en la calle del convenio colectivo, sobre todo en la Comunidad de Madrid, porque el sábado se publicó en su Boletín Oficial el nuevo Convenio Colectivo para la Hostelería. Pensábamos hablaros antes de este aspecto, porque se aprobó el 5 de noviembre, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha publicado oficialmente.

Como os decía, hace algunas semanas os hablábamos de este texto como parte necesaria para poder tener unas navidades rentables. Si no sabemos las reglas del juego, es imposible jugar bien o, al menos, ser todo lo productivos que podemos ser ya que no conocemos hasta dónde podemos llevar las relaciones laborales ni cuáles son nuestros derechos y obligaciones como empresarios.

Aprovechando la publicación del Convenio Colectivo de Madrid, vamos a daros las cinco claves para entender qué supone este documento en hostelería en cualquier lugar de España y cómo nos afecta.

1. ¿Qué es un convenio colectivo?

   Tal cual lo define el Ministerio de Trabajo es un “acuerdo suscrito por los representantes de los trabajadores y empresarios para fijar las condiciones de trabajo y productividad”. Es decir, en el ejemplo hostelero, se sientan en una mesa las asociaciones del sector de una comunidad autónoma (o provincia) y los sindicatos mayoritarios. Por lo tanto, todo lo que está en el convenio ha sido aceptado por ambas partes, lo cual nos da a entender la complejidad que tiene su elaboración al tener que casar los intereses de uno y otro lado. Si un hostelero no está de acuerdo con el convenio lo que debería hacer es quejarse ante las asociaciones empresariales que le representan para que tengan en cuenta su objeción en las próximas negociaciones.

2. ¿A quién obliga el convenio colectivo?

   Obliga a todos los sujetos participantes en las relaciones laborales de un sector concreto y de un determinado territorio, normalmente, una provincia. Es decir, tanto el empresario como los trabajadores están obligados a cumplir su correspondiente convenio. Existe una excepción, el llamado “descuelgue salarial”, que lo puede solicitar una empresa que, estando en situación económica de riesgo de desaparición, pide no tener que cumplir las implicaciones salariales que tiene estar sujeta a un convenio. Esta decisión no se puede tomar de manera unilateral por parte de la empresa ya que es imprescindible la aprobación por parte de los representantes de los trabajadores.

3. ¿Puedo tener un convenio colectivo propio?

   Esto es una especie de “leyenda urbana” dentro de la hostelería. Mucha gente quiere tener un convenio propio o conoce de su existencia porque ha trabajado en una empresa grande y no sabe si puede acogerse a eso o no cuando monta la suya. Con un convenio colectivo propio, tu compañía deja de estar sometida a la regulación sectorial o territorial y consigues tener tus propias reglas en materias tan importantes como los salarios, los grupos o categorías profesionales, la duración de las jornadas, las vacaciones, los festivos, las modalidades de contratación… y todo el resto de aspectos que, si no tienes un documento propio, se rigen por el sectorial de tu territorio.
   
   Cabe destacar que, desde 2012, el convenio de empresa tiene prevalencia sobre el acuerdo sectorial. Para poder desarrollar el primero, la compañía debe tener un mínimo de seis trabajadores y se acordará dicho convenio en una mesa negociadora entre el empresario y representantes de los trabajadores. Como dichos textos deben ser registrados y publicados, existen buscadores de convenios en los que podréis encontrar ejemplos de empresas de hostelería. 

4. ¿Puedo pactar con un trabajador condiciones por debajo de las que marca el convenio?

   Rotundamente, no. Y es deber de tu gestoría el decirte que, por ejemplo, el sueldo que has acordado con un trabajador está por debajo del fijado en el convenio. En estos casos, la jurisprudencia está a favor del empleado y este tendrá derecho a reclamar la diferencia salarial y a denunciar su situación ante Inspección de Trabajo. Incluso un despido se puede considerar improcedente si la indemnización está calculada tomando como base un salario por debajo del convenio colectivo.

5. ¿Cuál es la mejor manera de no cometer errores?

   Para nosotros, las claves son dos: por un lado, tener una gestoría especializada en hostelería o que, al menos, tenga experiencia las particularidades del convenio de nuestro sector. Piensa que la responsabilidad final, si algo en tu empresa incumple ese documento, será tuya; y, por lo tanto, aquí viene la otra clave: leer el convenio.

Deberías saberte el convenio colectivo como la tabla de multiplicar del 1, a la perfección. Eso evitaría muchísimos de los problemas con los que nos encontramos cada día, así como muchos quebraderos de cabeza y momentos de tensión o de incomunicación con nuestros empleados. Os recomendamos poner sobre la mesa las reglas del juego antes de comenzar cualquier relación contractual con ellos. Sería recomendable para nuestro sector el dejar de lado las prácticas oscurantistas en las que se ha movido durante décadas en las que el empresario intentaba dar la menor información posible a su asalariado sobre sus derechos y obligaciones. Además de ser injusto y problemático a largo plazo, es absurdo mantenerse en esa posición en una sociedad interconectada como en la que vivimos actualmente donde basta teclear “Convenio Colectivo de la Hostelería en…” para que cualquier empleado conozca sus derechos y obligaciones. Hacer las cosas bien hace que las cosas salgan bien.

Os animamos a leer vuestro convenio colectivo y a sacarle el máximo jugo posible, ahí está la verdad de nuestras relaciones laborales, esas que siempre nos traen de cabeza. ¡Feliz y rentable semana, amigos hosteleros!