No solo de online vive el restaurante: claves por las que la publicidad offline te hará triunfar

En un entorno en el que lo digital nos tiene prácticamente desbordados, comienza a tenerse en consideración ─si es que en realidad nunca desapareció su efectividad─ la publicidad offline como parte de la estrategia de cualquier establecimiento que se precie. De hecho las grandes marcas no han dejado de publicitarse en medios tan convencionales como la radio y la televisión, o los periódicos impresos.

Eso sin mencionar los folletos, carteles, photocalls, vallas publicitarias, notas de prensa, etc, que diariamente vemos y que nos impactan a nuestro alrededor. Sin embargo, la tendencia es cada vez más frecuente a invertir en entornos online, frente a entornos offline, por una cuestión muchas veces más relacionada con el prejuicio que por datos que lo ratifiquen.

A este respecto el consultor Ignacio Acha, que es actualmente Head of Retail Agency en Cushman&Wakefield, considera que «está claro que el online no ha aparecido por casualidad sino por necesidad y rentabilidad pero también veo claro que el offline es irrenunciable y genera valor».

Es cierto. La publicidad online nos genera grandes beneficios, en cuanto que, por ejemplo, nos acerca el producto sin necesidad de desplazamientos en cualquier parte del mundo. Por tanto supone un ahorro considerable de tiempo y comodidad.

Para Acha «es la nueva herramienta de venta y consumo pero por el momento no nos ofrece asesoramiento personalizado, contacto con el producto y experiencia de compra in situ». Pero aclaremos precisamente el concepto para aquellos que aún no lo conozcan.

¿Qué entendemos por publicidad offline?

La definición de publicidad offline es bien sencilla. Basta con remitirnos a su nombre: es una publicidad que «no está en línea». Por lo tanto no es necesario estar conectado a internet para saber de ella o para difundir su información.

Por tanto estamos hablando de aquella publicidad que vemos, además de en televisión, radio o prensa, también en cine, vallas y todos aquellos medios y canales que no se consultan en línea. En el caso de estos soportes, todavía hoy continúan ejerciendo una importante influencia en la decisión de compra del cliente.

La primera clave es la proximidad, es decir, cuando el cliente encuentra una publicidad en físico la percibe como más cercana e inmediata y también más sólida. «El papel que todo lo aguanta» adquiere su máximo significado aquí.

También debemos hablar de confianza. Internet está lleno de informaciones imprecisas y fuentes poco confiables. Los medios tradicionales brindan una sensación, por lo general, de cercanía. Se dice que nada mejor que «ver para creer». En ese sentido, la publicidad offline tiene más capacidad de persuasión.

 

Estrategias offline para mi restaurante

En lo primero que pensamos cuando queremos realizar una estrategia offline en nuestro restaurante es la distribución de folletos. Es cierto que requiere de una inversión económica que permite de una manera muy sencilla llegar al cliente potencial.

Pero hay lugares que descuidan quizás lo más importante de él, su diseño. Por ello, es ideal establecer un diseño atractivo en el que se incluya parte o todo el menú del establecimiento ─platos especiales u ofertas. Del mismo modo debe incluir una llamada a la acción ─por ejemplo, un “llama ahora para reservar”─ con el número de teléfono visible.

En el caso de que estos folletos estén pensados para los negocios con servicio a domicilio, deberían de mencionar el tiempo de envío, el área y si tiene alguna restricción como pedido mínimo. Otro mecanismo offline para acercarnos al cliente es el Street marketing.

Generan gran impacto en los usuarios y así mismo demandan alta creatividad y, a veces, un importante número de recursos. Son acciones sorpresivas que se llevan a cabo en un lugar público. Por ejemplo, la presentación de una danza mexicana para atraer la atención de un restaurante mexicano en la zona. No olvidemos que también podemos ayudarnos de anuncios en radio y televisión, según el presupuesto con el que contemos. El poder de estos medios convencionales no se puede subestimar. Además, al convertirnos en “clientes”, es posible que te tengan en cuenta para aparecer en algunas de sus informaciones.

También hay establecimientos que patrocinan eventos, equipos de fútbol, etc. E incluso hay quien convierte su establecimiento en una peña con el fin de generar un sentido de unidad en su clientela. Por último se puede hablar de los eventos.

Recordemos que los clientes siempre están buscando una experiencia nueva. Crear eventos especiales en tu restaurante ─como noches temáticas, por ejemplo─ es una estrategia excelente para aventajar a la competencia. Eso sí, en esos mismos eventos no podemos olvidarnos de los hashtags, Instagram, Facebook, la página web, etc. Todo ─offline y online─ está más unido que nunca.

 

Online y Offline: no queda más remedio que entenderse

No queda más remedio que al final el matrimonio perfecto lo compone, en la misma medida, la publicidad offline y la publicidad online. Eso sí, no basta con desear que estén unidas. Detrás de esa unión deben existir unas estrategias bien definidas.

Insistimos que Internet no lo es todo. Además de que una mayor difusión, como por ejemplo a través de redes sociales, no se traduce siempre en más ventas inmediatas. Del mismo modo, utilizar exclusivamente los medios offline no nos va a llevar al éxito, pues la conjunción perfecta está en el medio camino entre ambos entornos.

En cualquier caso, recordemos que el cine no acabó con la televisión, ni esta con la radio. Y ninguno de esos medios terminó con la prensa. Simplemente todo se readapta y se especializa. No hay más.