Cómo elegir el nombre para tu bar o restaurante

Emprender un negocio de hostelería no es una mera aventura empresarial sin importancia, sino que en muchos casos es parte de una ilusión personal que ponemos sobre un nuevo bar o un restaurante. Detrás de él, por sencillo que sea su concepto, se esconde también nuestra identidad y la visión empresarial con la que queremos atraer a los clientes.

En este camino hacia la apertura de un nuevo bar, son muchos los pasos que debemos dar. Aunque, sin duda, la elección del nombre puede convertirse en toda una dificultad.

¿Mi idea de negocio coincide realmente con este nombre tan extravagante? ¿Los clientes van a ser capaces de recordar este nombre de bar?

Ideas y consejos al elegir nombres para restaurantes

Elegir el nombre para un bar o restaurante no es una ciencia exacta. Sin embargo, es una cuestión que debemos abordar con criterio, orientación a resultados y mucha creatividad (especialmente, en un panorama en el que es tan importante combinar la estrategia presencial con la digital). Estos son los pasos que puedes seguir a la hora de escoger la designación de tu negocio:

Consideraciones previas

Cuando esbozamos la primera lista de nombres que encajan con nuestro concepto, debemos poner en práctica una serie de pasos: 

1. Revisa que el dominio web esté libre

   En el proceso de elección del nombre para tu bar nunca debes olvidar revisar si el dominio web está disponible, dada la importancia de lo digital hoy en día. Hay veces en las que se puede solucionar añadiendo la palabra ‘bar’ o ‘restaurante’ al dominio, pero habrá otras ocasiones en la que encontraremos negocios en la otra punta del mundo que han tenido la misma idea. 
   
   

2. Procura no incluir símbolos extraños o palabras difíciles de recordar

   Es importante evitar palabras con símbolos o caracteres extraños, porque los clientes difícilmente sabrán teclearlos y, por tanto, tampoco encontrarán tu bar en internet. Tampoco inventes términos que los clientes no sean capaces de recordar, ni referencias rebuscadas en otros idiomas, porque no te van a ayudar a generar una marca (que al final es lo que se busca). A la larga, esto también puede afectar a tu posicionamiento en buscadores. Así que, ante la duda, mejor optar por nombres cortos, sencillos de recordar y fáciles de buscar.

3. Básate en técnicas que faciliten el recuerdo del nombre de tu bar

   ¿Has escuchado hablar sobre la mnemotecnia? No es ninguna moda o invento, sino que es una técnica que ayuda a las personas a conectar palabras y conceptos para memorizar mejor y dar con un nombre creativo. Suele funcionar con ideas asociativas, por lo que no es mala idea poner nombres que hagan referencia a elementos físicos o urbanos que estén cerca, como una rotonda, una calle conocida o un río.

   También hay quien utiliza nombres de elementos cotidianos y cambia ciertos caracteres, como los restaurantes que adaptan la palabra ‘esquina’ por Squina o Eskina. E, incluso, también está la opción de usarlos dentro de una frase hecha, como hace el Restaurante ‘Mal de la azotea’, en Tenerife.

Algunos consejos que te pueden servir al elegir nombres para bares

• Utiliza tus propias experiencias para escoger un nombre sugerente

  TukTuk, que ofrece cocina asiática de estilo callejero, y que toma su nombre de esos triciclos motorizados tan famosos en muchos países orientales.

  Pero tampoco es necesario usar siempre referencias exóticas. Si lo tuyo es un bar con una larga historia familiar o tus platos son parte del recetario de tu abuela, también puedes hacer mención a su nombre. Por ejemplo, el Restaurante Abuela Maravillas, que se encuentra en Guadalajara.

• Recurre a las referencias locales para identificar tu concepto

  Esta es una idea muy buena si tienes un local especializado en cocina local, pero ubicado en una ciudad considerablemente grande. Por ejemplo, en Madrid hay un restaurante asturiano que se llama El Ñeru, que se traduce del bable como "nido" o "guarida". 

  Esta fórmula se usa también mucho en localidades turísticas o en bares que están ubicados cerca de atractivos culturales. Por ejemplo, en la provincia de Cuenca, muy cerca de las ruinas romanas de Segóbriga, podemos encontrar el restaurante Las Termas de Segóbriga. Asimismo, es habitual ver que muchos restaurantes toman el nombre de una exquisitez local para que el cliente ya sepa lo que va a encontrar, como El Racó de la Paella en València, Abuela Maragata, el delivery de cocido leonés que nos relató su experiencia en la capital de España hace algún tiempo, o Poncelet Cheese Bar, que con su nombre ya indica cuál es su mayor especialidad.

• Escoge palabras que representen tu concepto

  Hay veces que una palabra que no tiene nada que ver con la hostelería puede representar a la perfección un concepto determinado. Algunos bares toman su nombre de una planta, de un libro, de un dicho famoso o de una canción, pero a veces también se usan términos con un significado especial. 

  Siempre y cuando no caigamos en la trampa de ser demasiado pretenciosos o poéticos, esta línea puede funcionar. Eso sí, mejor tener cuidado con las palabras de moda, como ‘sinergia’ o ‘resiliencia’, porque es solo cuestión de tiempo que empiecen a sonar manidas.

• ¿Prefieres un nombre tradicional? Mejor, si cuenta algo sobre tu historia

  En vista de la reivindicación de lo tradicional que vive la hostelería, el regreso a lo clásico puede llegar a convertirse en toda una tendencia. En este sentido, es interesante la diferencia que se percibe entre el Bar Casa Paco de toda la vida y, por ejemplo, La Casona del Judío de Cantabria. 

  ¿Dónde se encuentra el matiz? Precisamente, en eso que los de marketing llaman storytelling, que es el relato que se encuentra en torno a un concepto y que sirve de pretexto para despertar la curiosidad del receptor del mensaje. 

  Por tradicionales que sean ciertos nombres de bares, con ellos podemos hacer que los clientes se interesen por nuestro legado familiar, por lo que nos ha llevado a descubrir una receta o por el origen del local que hemos escogido para montar nuestro negocio. Son la clase de historias que motivan a los clientes a practicar el boca a boca para recomendar nuestro bar, pero también son una excelente herramienta para vender nuestro negocio.

¿Merece la pena dejar el nombre de nuestro bar en manos de expertos?

Crear una marca no es una tarea sencilla, por eso no es mala idea contratar a una agencia o un profesional especializado en su desarrollo. La mayoría de servicios de este tipo suele ofrecer paquetes completos de definición de branding (el nombre de tu marca) con diseño de logotipo e identidad visual, que te puede servir para crear tu web, dar vida a tus redes sociales, diseñar tu carta y dar personalidad propia a todos los aspectos de tu negocio (servilleteros, envases de delivery o vajilla).

Puede que al principio te parezca una inversión muy alta, pero es un servicio que se amortiza mucho a la larga y que te restará mucho trabajo en labores de marketing y promoción de tu negocio.

Lo que debes evitar

• Combinaciones de nombres personales: lo cierto es que pocas veces salen bien y obligan a los clientes a recordar palabras inventadas. Si tu nombre es Sara y tu socio se llama Gonzalo, no llames a tu bar ‘Sagon’ porque no dice nada sobre tu propuesta gastronómica.
• Nombres referentes a modas temporales. Piensa en el nombre de tu bar como en un tatuaje. ¿Te ha gustado tanto la serie del momento como para llevar a sus personajes en tu piel de por vida? Con el nombre de tu establecimiento ocurre exactamente lo mismo. A menos que vayas a hacer un bar temático, como el Bar Vader de Madrid, busca una alternativa que sea más atemporal y que pueda atraer a muchos tipos de perfiles.
• No hagas antimarketing con nombres como ‘Prohibido el paso’ o ‘No entres en este bar’. Puede que en los 90 hicieran gracia este tipo de frases, pero la hostelería está ahora mismo en otro punto y los clientes son muy conscientes de lo que significa cuidar una marca.
• Mejor descartar palabras en otros idiomas. Aunque es cierto que algunos términos en inglés o en francés ya forman parte de nuestro imaginario (como gourmet, beer o bistró), no es conveniente poner a nuestro bar un nombre en otro idioma. Piensa que parte de la estrategia de marca es facilitar el boca a boca y, si la pronunciación y la forma en la que se escribe no coinciden, es fácil que tu negocio pase desapercibido en estas conversaciones. Lo mismo pasa a la hora de facilitar el recuerdo, porque las palabras en otras lenguas van a ser mucho más difíciles de memorizar,  a no ser que sean fácilmente pronunciables y tengan mucho que ver con nuestra esencia.