El BCE continúa subiendo los tipos de interés: ¿beneficia o perjudica a la hostelería?

El BCE acaba de subir los tipos de interés hasta el 2%. Un valor que no se veía desde 2009. Podemos decir que no se habla de otra cosa en la calle. En mayor o menor medida, a todos nos afecta que varíen los tipos de interés. Pero ¿cómo nos puede afectar todo eso en el día a día de nuestros negocios?

Desde Nexho, queremos que sepáis la realidad de las cosas que nos afectan. Cualquier tipo de decisión o de cambio a nivel macroeconómico, en poco tiempo, acaba por afectar a nuestras empresas.

¿Qué son los tipos de interés? 

No es mi intención impartir una clase de macroeconomía, así que voy a simplificar conceptos aún a riesgo de no ser del todo preciso. Lo importante es hacerme entender. El tipo de interés es el precio que le cobra el Banco Central Europeo al resto de bancos por prestarles dinero. Es el precio del dinero. El dinero, como cualquier otro bien que hay en el mercado, tiene precio. Si hay pocas patatas, el precio de la patata sube. Si hay un exceso de patatas, el precio de las patatas baja. Ley de oferta y demanda se llama. El BCE encarece el tipo de interés al que presta a los bancos o, directamente, retira masa monetaria del sistema. Por lo tanto, provoca que el dinero sea más caro.

¿De qué situación venimos?

Venimos de once años en los que los tipos de interés estaban entre el cero y el uno por ciento, es decir, el dinero estaba muy barato. Si el dinero está muy barato, las empresas y los particulares están más predispuestos a pedir financiación y el mercado se inunda de dinero. Como hemos dicho antes, si hay mucho dinero el resultado es que el dinero vale menos. Si el dinero vale menos, las cosas valen más, es decir, la inflación sube.

La solución aportada por el BCE a la crisis del Covid fue llevar una política monetaria expansiva, llenando de dinero el mercado. De ahí que la inflación ya estuviera subiendo mucho antes de la guerra de Ucrania.

¿Qué consecuencia directa tiene una subida de tipos de interés? 

Los bancos centrales deciden subir los tipos de interés igual que tú decides tomarte un paracetamol para bajarte la fiebre. Ante un recalentamiento de la económica producido por la alta inflación (que suele conllevar una subida de salarios que vuelve a darnos una subida de la inflación… a este fenómeno se le llama “espiral inflacionista”) se baja la fiebre mediante un endurecimiento de las condiciones para que entre más dinero al mercado. De esta manera, pedir un préstamo, un crédito o una hipoteca resulta más caro y se espera que la gente consuma menos. Si la gente tiene menos dinero para gastar, hay menor demanda y, por lo tanto, los precios bajan.

El riesgo está claro. Si las empresas y la gente tienen menos dinero, el consumo baja y la economía se ralentiza, bajan los márgenes empresariales y se empieza a destruir empleo.

Las subidas de tipos de interés tardan meses en notarse “a pie de calle”. Por lo tanto, la primera consecuencia que comenzaremos a ver en nuestro entorno después de Navidad es que la gente tiene menos dinero para gastar y que las empresas dejan de pedir créditos y, por lo tanto, dejan de invertir y de crear empleo. Así las cosas, lo más normal es que la facturación de nuestros bares y restaurantes se vea afectada a la baja durante, al menos, el primer trimestre de 2023.

¿Tiene algo bueno la subida de tipos de interés? 

Ante este panorama que os planteo, es normal que penséis que no tiene nada bueno la subida de tipos de interés. Pues bien, la parte positiva es que podemos asegurar que habrá una bajada de la comida y bebida que compramos en nuestro restaurante y de los gastos generales (suministros, gestoría, servicios externos…).

No penséis que la economía es una ciencia exacta. A veces, los bancos centrales se equivocan, como pasó en la crisis de 2008 cuando el BCE subió los tipos y estranguló a la economía europea justo al inicio de la crisis. Además, dentro de la teoría económica hay bandos contrapuestos. Hay economistas cuyo objetivo es controlar la inflación a toda costa mientras que para otros la prioridad es que la económica crezca, aunque pueda suceder que se descontrole y se cree una burbuja cuyo reventón tendría peores consecuencias.

¿Toda la inflación que tenemos es culpa dequeístas haya mucho dinero en el mercado? 

Pues sí y no. Con la guerra de Ucrania nos llegó una nueva vertiente de la inflación: la inflación de la oferta. Es decir, los precios suben porque hay escasez de productos y no porque la gente tenga mucho dinero disponible (lo que sería inflación de la demanda). El reto al que se enfrenta el BCE es saber de dónde viene la inflación: si la inflación viene porque hay mucho dinero disponible y el problema se va a solucionar subiendo tipos o si el problema viene porque las cosas son caras porque no hay suficientes productos (trigo, maíz, fertilizantes…) debido a la crisis de Ucrania.

Si el BCE falla y resulta que la inflación es alta, principalmente, por la crisis de Ucrania, nos encontraremos con el peor de los escenarios: inflación persistente y bajo crecimiento. A eso se le llama “estanflación” y es posible que escuchéis este término a menudo.

¿Cómo nos va a afectar a nuestro día a día?

Pues dependerá de nuestro modelo de negocio y de nuestra ubicación geográfica. Si vuestro bar o restaurante está en una zona en la que casi todos los clientes sean gente joven o de mediana edad con hipotecas y letras mensuales por pagar de créditos al consumo es muy probable que la facturación os baje de manera importante ya que ese sector de la población va a ver cómo le suben las cuotas y tendrán menos dinero para gastar en nuestros bares.

Si vuestro negocio está en una zona más asentada, con clientela de mayor edad o que haya podido tener acceso a la vivienda sin necesidad de pedir una hipoteca, este movimiento del BCE de subir los tipos os vendrá bien. Los precios de las compras y de los suministros bajarán pero el cliente seguirá teniendo la misma renta disponible para gastar en salir a comer y a beber fuera.

Si vuestro cliente es de fuera de la zona Euro, la subida de tipos le va a perjudicar porque el Euro se hará más fuerte, ya que la subida de tipos lo encarece. Todo esto por el lado de la demanda, es decir, de nuestros clientes.

Por nuestro lado, esta subida de tipos perjudica a aquellos hosteleros que tengan su local en propiedad, pero pagando la hipoteca todavía y a los hosteleros con créditos de cualquier naturaleza, siempre que sean de tipo variable.

Beneficia a los hosteleros sin deudas y con una economía saneada ya que se encontrarán con bajada de precio en los costes. También beneficiará a los hosteleros que importen su materia prima de países de fuera de la zona Euro, por ejemplo, restaurantes peruanos, mexicanos, chinos o japoneses que traen producto de esos países, ya que, con un euro más fuerte, estos productos les costarán menos.

Por último, un asunto que os preocupa mucho: los precios energéticos. Con esta subida de tipos de interés, el euro debe revalorizarse frente al dólar y dado que la mayoría de los productos energéticos cotizan en dólares, nos saldrá algo más barato importar energía. Si a eso le unimos las temperaturas cálidas de estos días, es probable que el recibo de la energía nos baje en el próximo mes de manera significativa… aunque, como bien sabemos, eso depende de la tarifa contratada en vuestro bar o restaurante.

Paco Cruz

The FoodManager

Paco Cruz, más conocido en el sector como The FoodManager, es experto en hacer rentables todo tipo de negocios de hostelería. Acompañar a los profesionales del sector es lo que lleva haciendo desde hace más de una década, durante la cual se ha convertido en un aliado del hostelero.