Historia de los bares y restaurantes españoles

Los griegos lo inventaron todo y eso también incluye a los bares, que en sus orígenes iniciaron como establecimientos en donde se vendían bebidas como el vino. A partir de allí pasaron a Roma y durante la Edad Media "las tabernas" ya se habían consolidado por toda Europa. Así, en el medioevo la profesión de tabernero comienza a aparecer en distintos códigos y preceptos, como el "Código de las 7 partidas" en Madrid.

¿Cuál es el origen de la palabra bar?

La palabra "bar" tiene su origen en Inglaterra, en donde por primera vez se desarrolló el concepto de "barra con mostrador". El término "bar" que conocemos hoy proviene del inglés, que a su vez se derivó de "barriere" y previamente del latín vulgar "barra".

Los bares más antiguos de España

Te presentamos 5 bares que son historia viva nacional. Todos ellos siguen abiertos y son, desde luego, dignos de visita:

• Malacatín (Madrid). Abierto desde 1985, esta taberna es el bar del puchero por excelencia.
• Marsella (Barcelona). 1820. Su ambiente se asemeja al de un saloon del Far West.
• Casa Alberto (Madrid). Desde 1827, esta céntrica taberna es ideal para degustar platos autóctonos.
• Taberna Antonio Sánchez (Madrid). 1830. Es la taberna sin reformar más antigua de la ciudad.
• Casa Lucio (Madrid). 1974. Castiza taberna célebre por sus huevos rotos.

¿Cómo se llamaban los bares antiguamente?

Al igual que la palabra bar, el nombre original de estos tan populares establecimientos también viene de la Inglaterra del siglo XIX. Inicialmente fueron conocidos como "public house" por ser espacios con comedor y bebida donde se reunía la clase obrera industrial, pero luego fueron llamados de manera abreviada: "pubs". Tras incorporar las barras y sillas altas, adquiere la hoy tan conocida denominación.

La moda del bar no llegó a España hasta 1900. Antes, las ventas poblaban los cruces de camino y permitían descansar, comer, beber e intercambiar información. El propio Don Quijote las confundía con castillos durante sus andanzas.

Las tabernas históricas iniciales ofrecían grandes pitanzas y un ambiente convencional: mesas y sillas parecidas a las de las casa. Curiosamente, la llegada de los bares tardó en ser aceptada. Los altos taburetes, la sustitución de grandes trozos de pan y platos de cazuela por minúsculos bocadillos no convencía a los españoles.

Poco a poco, los intelectuales comenzaron a frecuentar estos bares. El tute y el dominó cambiaron de escenario y los españoles nos sentimos comodísimos en ellos. En 1937 llegó a los bares una gran innovación: el futbolín, que contribuyó a mejorar su popularidad.

Otro hito significativo en la historia de los bares en España fue la inauguración del primer bar automático, el Tánger, abierto en la actual Gran Vía de Madrid (entonces avenida Pi y Margall), que fue rápidamente imitado. Abrió en 1935 y sus clientes introducían monedas en un máquina, donde indicaban qué querían. Pese al auge inicial, a principios de los 40 desaparecieron sin hacer demasiado ruido.

En los 50, la influencia televisiva impulsó la aparición de teleclubs, una mezcla de bar y centro social, los cuales pervivieron hasta que, en los 80, casi todos los hogares tenían tele. En los 60, las hamburguesas, las patatas fritas y los refrescos de cola proliferaron frente a los pinchos de tortilla, los vinos y las aceitunas de siempre.

Desde los 90, lo puedes comprobar fácilmente, muchos bares españoles están abrazando la tendencia gourmet, la variedad y la internacionalidad.