Las mejores canciones de Mark Knopfler para pinchar en tu bar
Tres clásicos (y otro puñado de éxitos) para recordar los mejores tiempos de este icono musical.
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Mark Knopfler es más que un guitarrista lánguido. En su travesía musical ha producido discos para estrellas como Bob Dylan y Tina Turner, ha sacado tiempo para escribir partituras de bandas sonoras y ha mantenido una dilatada carrera como solista. Además, Dire Straits fue de esas bandas que cambiaron las reglas de uso del vinilo.
En pleno 1985, con 248 conciertos a cuestas en una de las giras más obsesivas de la historia de la música, la banda de Mark mantuvo su debut como álbum más vendido durante 10 semanas. 30 millones de copias después se llegó a la conclusión que ‘Brothers in Arms’ era el disco perfecto para estrenar tu equipo con CD. Su calidad sonora venía, según decían, por ser el primer DDD —frente a los típicos AAD—: grabado en digital, masterizado en digital, para medios digitales.
Que comience a sonar
Con tu local a punto, toda noche Knopflediana que se precie debe abrir con Sailing To Philadelphia, su mayor esfuerzo en solitario. De este discazo rescatamos tres: ‘What It Is’, ‘Speedway At Nazareth’ y ‘Sailing To Philadelphia’. La primera es perfecta para saludar a viejos conocidos, para ir entrando en calor. La segunda es uno de los crescendos más rockeros de su carrera y la tercera es el ejemplo dulce de la mejor mano compositora del escocés, al alimón con el cinco veces Grammy James Taylor.
Tras esta primera toma de contacto, una pasada de bayeta a las mesas, nuevas caras ocupando nuevos puestos: hora de pedir otra ronda. ‘Why Aye Man’ sirve de puente para fans viejos y nuevos para contentar a nostálgicos y recién llegados. El roll de la caja se presta a cualquiera a canturrear y moverse un poco.
De Golden Heart cogemos dos imprescindibles: su homónima y ‘Darling Pretty’, un punto intermedio más introspectivo mientras las luces cambian de tono. ¿Te la has acabado ya? Pues volvemos al ritmo, no sin antes pasar por un par de temas clásicos: ‘Brother in Arms’ y ‘Calling Elvis’, un retorno a los 80 y un pistón extra al ritmo. La mejor forma de conectar con lo que viene ahora.
Arriba esas jarras
Para acompañar, dos contrapuntos ideales: ‘Don’t Forget Your Hat’, blues de vieja escuela que nos recuerda que a Mark Knopfler aún le quedan varias balas en su revolver de talento. Turno de la armónica, contrabajo y ese uso clásico del slide en la guitarra. Y ‘Just A Boy Away From Home’, de su último lanzamiento, Down The Road Wherever, un momento idóneo para charlar tras el primer golpe de euforia y vivir tiempos pasados, recordar de dónde venimos y qué sueños esperamos alcanzar.
Para cerrar esta subsección de buen rollo, un poco de whistle y medio tiempo, ‘Border Reiver’, uno de los mejores singles de la carrera en solitario de Knopfler, un relato de enamoramiento en momentos difíciles, de reencuentros y romance imposible. Además, nos sirve para pasear por uno de sus discos mejor considerados por la crítica. Una anécdota: Get Lucky enamoró a los nórdicos, debutando como número 1 en Noruega. En España llegó al cuarto lugar.
Popurrí de éxitos
Llegados a este momento, ya es hora de recompensar la memoria con una vuelta a los 80, a los clásicos, te lo agradacerán: ‘Industrial Disease’ y ‘Walk Of Life’ sirven de perfecto contrapunto, con sus sintetizadores masivos y esa reverb. Sube el volumen de tu local. Aquí podemos ponernos un poco románticos con una libre elección. O ‘Romeo And Juliet’ según algunos fans o ‘Beryl’, del álbum Tracker, un retorno a sus orígenes producido según el gusto actual. O ambas, como recoge nuestra playlist.
Elijas lo que elijas, seguiremos con Dire Straits, con ‘Boom, Like That’, ‘Money For Nothing’ y, ya lo sabías, ‘Sultans of Swing’. Un tríptico perfecto para surfear por las aguas internacionales del rock, la vertiente más gamberra de Knopfler —no en vano acabó censurada de decenas de radios— y el hit final.
En cuanto a los sultanes, pocas canciones más “bareras” que ‘Sultans of Swing’. Sólo hay que echar un ojo a esos versos —If any old guitar is all he can afford/When he gets up under the lights to play his thing— donde describe el mal trago de una banda poco conocida tocando frente a un público minoritario. El viejo Honky-tonk con un pianista tocando casi en penumbra su tradicional ragtime, hasta perder el sentido. Luces vaporosas, el clin-clin de las jarras, acordes al aire entre sorbo y sorbo de cerveza. Un hito para cerrar la velada antes de echar la reja por fuera y dar las buenas noches a los feligreses. Hora de contar caja y a dormir, que mañana será otro día.
¿Eres de los que aún pinchas ‘Sultans of Swing’ porque no reconoces otras canciones de Mark Knopfler? Tal vez puedas reinventar tu playlist con nuestra selección.
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