Luis Veira ¿Cómo conseguir una estrella michelin en 10 meses?

Muy pronto descubriremos los consejos que Luis Veira y su personal tienen para todos nosotros.

“Las cosas al final salen”

“Si cocinas rico, la gente tiene que venir”. Luis Veira nació en A Coruña en 1978, y si hay un recurso que le ha dado resultados a este chef con más de 20 de recorrido en los fogones, es la fe que tiene en lo que hace. Es un gallego que cree en su tierra, pero sobre todo en el trabajo constante y bien hecho, en la certeza de que la constancia tarde o temprano genera resultados.

Por este motivo procuró formarse desde joven en buenas escuelas donde aprendió haciendo: trabajó en El Celler de Can Roca (Girona), Tragabuches (Ronda), El Bohío (Illescas), Casa Pardo (A Coruña) y en Alborada, de A Coruña también, donde consiguió su primera estrella Michelín dirigiendo la cocina. Después de todo este recorrido, decidió cumplir el sueño que siempre había tenido: abrir su propio restaurante al que llamó Árbore da Veira, nombre que significa árbol de la orilla y que hace alusión a su apellido.

La casa la fundó en 2012 y en menos de 1 año consiguió una estrella Michelín, un reconocimiento que puso el restaurante en el mapa de la alta cocina mundial y al que acuden turistas nacionales y de otros países, que se acercan a la ciudad solo por visitarlo. Es la razón por la que Veira afirma con seguridad que la estrella fue un paso determinante en su carrera.

Lista de espera

Y es que a día de hoy, Árbore da Veira se sitúa entre  los restaurantes con mayor lista de espera de España. Un espacio donde no hay manteles, donde lo natural brilla tanto en la decoración, con mesas de madera de roble y detalles con ramas de almendro; como en los productos, que salen trabajados y transformados de la cocina.

Su objetivo no es hacer una cocina al uso ni unir tradición con modernidad, sino ofrecer un recorrido donde los sentidos juegan un papel primordial y la técnica es aplicada al producto. Por eso tampoco hay una carta establecida, el chef ofrece dos menús degustación con distintos números de platos, detalles delicados y sofisticados como la vajilla y unas presentaciones en las que la creatividad juega a sus anchas con propuestas que emulan la naturaleza.

Las preparaciones tampoco son estáticas, en cada menú pueden ir variando de acuerdo a los gustos de sus comensales y también a los productos estacionales que lleguen al restaurante. Veira además va más allá del trabajo diario en Árbore da Veira y hace poco, por ejemplo, ganó el tercer puesto en el IV edición de Mercado de Sabores organizado por Mahou en Madrid, compitiendo con otros 19 restaurantes de España.

El chef gallego afirma que para él la cocina es un juego, un juego donde los ingredientes se transforman sin modificar su esencia y sin perder su equilibrio estético; también es un gusto, el que lo lleva a disfrutar del producto y de cada plato comenzando por la tortilla que hace su madre, y siguiendo por los guisos de siempre y por la contemporaneidad de lo que elabora. Un chef que soñó con tener su propia casa y lo consiguió.