Plantas de interior y exterior resistentes para tu local

El mundo del interiorismo vive un momento más verde y sostenible que nunca. Los materiales nobles, la inspiración ecológica y la conexión con la naturaleza se han convertido en toda una constante cuando de decoración se trata. Por supuesto, también bares y restaurantes han sabido sumarse a esta tendencia, con ambientes y espacios que hacen que los clientes se sientan en medio de un jardín botánico o de una terraza de lo más selvática en Brasil. 

Es así cómo las plantas han adquirido más protagonismo que nunca en el interiorismo para la hostelería. Y es que hoy en día no solo cumplen un cometido decorativo, sino que pueden llegar a tener un papel de lo más funcional dentro de nuestro local. En una época en la que un macetero de geranios o un ejemplar de plástico para decorar las mesas no es suficiente, las plantas naturales pueden aportar mucho a nuestro establecimiento:

1. Separar espacios 
   Son una solución económica y rápida para generar diferentes ambientes en un mismo establecimiento. Con ellas puedes separar la terraza de la de tus vecinos, diferenciar las zonas de mesas para comer de las mesas para tomar un aperitivo, establecer la ubicación de los baños o cualquier otra solución espacial que necesites.
2. Una declaración de intenciones de tu establecimiento
   Son muchos los bares y restaurantes que trabajan con un concepto específico y, desde hace algún tiempo, lo natural, saludable y de kilómetro cero es tendencia. Si nuestro restaurante promulga con estas premisas, las plantas tendrán más sentido que nunca como un elemento más de nuestra marca. Más incluso si esas plantas tienen un papel específico, como las de un huerto propio o las que sean de una especie autóctona de la zona.
3. Un ambiente natural: beneficioso para clientes y empleados
   La conexión con la naturaleza se ha convertido en toda una aspiración para la clientela. Desde luego, dadas las preferencias actuales, se van a decantar más por una terraza de aires naturales que por un patio con mesas y sillas convencional. No es necesario convertir tu establecimiento en un cuadro de Monet o en un espacio digno de Pinterest, pero sí que podemos darle un poco de vida a los espacios con plantas. Además, también los ambientes naturales han resultado ser beneficiosos para la plantilla y, con suerte, podremos conseguir que las personas que trabajan en nuestro local se sientan más a gusto.
4. Las plantas están de moda
   El mundo de las plantas se ha reinventado y hoy podemos acceder a multitud de perfiles de Instagram, canales de TikTok, webs y portales especializados en el cuidado de plantas, la creación de adornos florales y las particularidades de cada especie. ¿No te parece un pretexto perfecto para despertar la curiosidad de los clientes en tu establecimiento? Si somos los suficientemente avispados y optamos por plantas de moda, como las monsteras, las calateas o las crasas, la clientela no solo se sentirá como en casa, sino que se interesará por las especies de nuestro local.

Qué plantas escoger y qué plantas descartar para nuestro establecimiento

En hostelería, el tiempo es oro. Eso significa que tenemos que ser muy eficientes con nuestro trabajo diario, así que no conviene perder horas de trabajo en el cuidado exhaustivo de plantas. Hemos hecho una selección de especies de interior y exterior que no te supondrán ningún quebradero de cabeza y que vestirán tu local sin apenas esfuerzo.

Plantas recomendadas

Plantas ‘todoterreno’

Estas son, por descontado, las que debemos elegir si no tenemos tiempo para cuidarlas. La sansevieria, en la imagen de arriba y conocida también como la ‘espada de san Jorge’, es una opción muy en tendencia, que además resiste ante viento y marea. Podemos dejarla sin regar durante semanas y sus hojas apenas lo van a notar. Además, también son ideales para poner en maceteros grandes y utilizarlas como separadores en zonas como las terrazas. 

También podemos optar por la amplia familia de las monsteras (en la foto superior), que se dan muy bien en zonas interiores, por los ficus o por las crasas y suculentas (imagen inferior) para adornar las mesas. Limpias, sencillas de cuidar y muy resistentes a los cambios de temperatura.

Plantas colgantes

Colgar plantas es también muy buena elección en hostelería, porque evitamos que la clientela esté en contacto con ellas y tampoco nos estorban en momentos de mucho trabajo o de limpieza. Los helechos, los potos o ciertas variedades de monsteras (en este caso, más pequeñas) pueden recrear un ambiente casi selvático -y cómodo a la vez- que entusiasmará a los comensales. 

Algunos establecimientos han optado por los llamados ‘jardines verticales’, que son paneles de plantas pequeñas y que se colocan sobre las paredes. Aunque quedan muy bien, no resultan muy recomendables porque exigen demasiados cuidados, un sistema de riego continuo y nos pueden acarrear problemas de humedades y suciedad.

Plantas únicas para presidir grandes espacios

Se dice mucho eso de que ‘menos es más’. En vez de tratar de buscar muchas variedades de plantas, lo que podemos hacer es tener solo una que presida nuestro establecimiento. La llamada ‘costilla de Adán’ o el espatifilo (una planta de grandes hojas verdes y una o dos flores blancas) se dan muy bien en zonas de interior, aunque bien es cierto que es mejor si les regalamos ciertos momentos de luz a lo largo del día. 

Para exteriores, nada como irnos hacia el mundo de las palmeras. Esto no significa que tengamos que poner un cocotero en medio de la vía pública, pero sí que podemos poner en una maceta grande con palmeras tipo Phoenix o Chamaedorea (la clásica de varios tallos y hojas suaves) para presidir todas nuestra terraza.  

Plantas que debes evitar

En general, la elección de las plantas se debe decidir en función de las posibilidades del espacio y del tiempo que tengamos para cuidarlas. No obstante, hay ciertas especies que no son nada recomendables para bares y restaurantes:

1. Plantas con espinas. Cuando pensamos en plantas que no exigen cuidado, nuestro primer pensamiento son los cactus. A menos que vayan a estar en zonas donde no las alcance la clientela, es mejor descartarlos. Por supuesto, evita ponerlos como centro en las mesas de los comensales, porque se convertirán en un auténtico estorbo.
2. Plantas con hojas muy pequeñas. Este tipo de especies tienden a regenerarse rápido y sus hojas se caen continuamente. ¿El resultado? Suelos llenos de hojas que tendremos que barrer continuamente y el riesgo de que estas pequeñas hojas caigan accidentalmente en el plato o en el vaso de nuestros clientes.
3. Plantas de floración muy corta. Al acudir a un vivero o una tienda de plantas, es normal sentirse cautivado por especies como las orquídeas. Aunque su cuidado no es tan complicado como parece, en el momento en el que caigan sus flores (créenos, llegará) se convertirá en una simple varilla verde que no dice nada. Si buscamos dar un aspecto con flores, quizás sea conveniente que recurramos a clásicos como las siemprevivas o a los ramos de flores deshidratadas, que ahora mismo se ven muchísimo en restaurantes y eventos como bodas.
4. Plantas artificiales. Son la opción más cómoda, pero es muy difícil encontrar alguna que sea lo suficientemente realista para ‘dar el pego’. Además, no resultan nada ecológicas porque se elaboran a base de plásticos de mala calidad y resisten muy mal al paso del tiempo en zonas de mucho frío y sol, como las terrazas.