Cómo analizar un negocio de hostelería: bar o restaurante
Aprovecha el comienzo de un nuevo periodo para reflexionar sobre los aciertos y errores cometidos y, establece nuevos objetivos
Para un negocio hostelero, septiembre es un mes clave. Empieza una nueva temporada y es el momento perfecto para echar la vista atrás y comprobar si la gestión está siendo la adecuada. Sobre todo si las ventas están bajando.
En este artículo descubrirás las claves para realizar un análisis de tu negocio y poder tomar decisiones para encarar la nueva etapa con éxito.
Nuevo ciclo, nueva temporada. Septiembre significa el inicio del año para muchos locales de hostelería después de haber cerrado durante agosto por vacaciones. Con la pausa, las pilas se han recargado y tú como dueño llegarás con ganas de iniciar un tiempo que resulte mejor que el anterior. Debido a ello, es positivo tomar un momento antes de reiniciar el trabajo y sentarte a analizar la situación de tu negocio.
Tanto si los resultados del ciclo anterior han sido positivos como si no, reflexionar sobre los logros obtenidos y los problemas enfrentados viene bien para tener una idea de en qué punto está tu negocio y de esta manera poder establecer unos objetivos claros para lo que viene. Muchas veces los hosteleros, por falta de tiempo, se van dejando llevar por el absorbente día a día, lo que les impide conocer cuál es su realidad, por eso es positivo aprovechar este inicio de periodo.
Cómo analizar tu negocio
Lo primero que debes hacer es preguntarte si estás satisfecho con el desarrollo actual de tu negocio, si tu realidad actual es coherente con el proyecto que tenías en mente cuando lo pusiste en marcha. Son preguntas básicas que precisamente por básicas se olvidan muchas veces.
El siguiente paso es hacer una reflexión más a fondo. Para ello puedes emplear una herramienta conocida y muy útil, el análisis DAFO, pero antes, hazte unas preguntas:
- (Si la respuesta a las preguntas iniciales ha sido negativa): ¿es viable continuar con el negocio?
- ¿Cuál es tu propuesta de valor? Es decir, ¿en qué se diferencia tu establecimiento de la vasta competencia que tienes en tu ciudad y barrio?
- Define tu público. Ya tienes una trayectoria recorrida, dependiendo del tiempo que lleves, quizás ya conoces muy a fondo quién es tu cliente, o lo estés empezando a conocer. Un recurso que recomiendan los expertos en marketing es establecer un buyern person, es decir, define tu público como si fuese una persona. Coge papel y lápiz y ponle incluso nombre, una edad promedio, el barrio en el que vives, un trabajo y costumbres cotidianas. Puedes hacer uno o varios buyern person, te ayudará para tener claro a quién te diriges.
Análisis DAFO
Es una herramienta surgida en los años sesenta en Estados Unidos empleada para conocer la situación de un negocio. Las siglas pueden ser DAFO o FODA (en inglés). DAFO son las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de tu negocio.
Siéntate con tu ordenador o cuaderno y piensa en todos estos parámetros. Antes de definir puntos, haz un análisis externo, piensa en la situación del mercado hostelero actual, las tendencias que existen, la competencia que tienes. Luego desarrolla un panorama interno: finanzas, proveedores, personal, organización, marketing; con todas las horas que pasas dentro, volver de vacaciones te puede servir para hacer un ejercicio: sitúate en la fachada de tu local y entra, ve analizando todo como si fueses un clientes y fíjate en lo que ves como mejorable. Ve definiendo por escrito cada uno de los puntos del análisis:
Debilidades:
Establece cuáles son los elementos que suponen una desventaja para tu negocio, tanto a nivel externo como interno. Algunas preguntas que puedes hacerte son estas:
¿Qué acciones habéis realizado que han perjudicado tu negocio?
¿Las ganancias han sido pocas y no cuentas con suficiente dinero de fondo para un plan de marketing:
¿Un miembro del personal, o varios, están siendo un problema para tu clientela?
¿Qué percibe la gente como una debilidad en establecimiento?
Amenazas:
Son los aspectos que pueden perjudicar a tu empresa de cara a un mejor desarrollo en el año que comienza:
Una crisis económica general.
Fuga de ingresos sin conocer la razón.
Una competencia cercana y agresiva.
Personal desmotivado al volver de vacaciones.
Fortalezas:
Son los factores que representan una ventaja a la hora de diferenciarte de tu competencia y atraer clientela:
El personal transmite la filosofía del negocio.
El restaurante es reconocido en los medios.
Ubicación ventajosa.
Oportunidades:
Son los elementos externos e internos que pueden favorecer un mayor desarrollo del local:
Tendencias del mercado favorecedoras para el tipo de bar que tengo.
La incorporación de personal con contactos en medios.
La instalación de un evento en el entorno que atraerá gente a la zona.
Cuando hagas el DAFO, piensa en todos los sectores de tu negocio: organización, personal, proveedores, realidad externa. Trata de ser lo más sincero posible y no escatimes en detalle. Aquí tienes una plantilla descargable para realizar tu análisis que te ayudará.
Una vez hecha la revisión, establece los objetivos.
Objetivos generales y parciales.
Todo dependerá de lo que quieras hacer y cómo manejes los tiempos. Un objetivo general sirve para plantearte una meta a la vuelta de un año de intenso trabajo, pero la ejecución de este será mucho más sencilla si la divides en subobjetivos que pueden ser mensuales, trimestrales o semestrales, no es lo mismo decir “mi objetivo para este año es subir un 10% las ventas”, que definir un porcentaje para cada mes o trimestre que luego te lleve al resultado final.
Para definir los objetivos te aconsejamos otra herramienta, la técnica SMART. Son las siglas en inglés de los principios que debes tomar en cuenta a la hora de escribir tus objetivos:
S. Específicos: tienen que ser objetivos lo más específicos posibles para que puedas desarrollarlos bien en la práctica.
M. Medibles: que sean metas que puedas ir computando en la medida que los desarrollas, si el objetivo es subir la facturación puedes ir mirando lo que has hecho cada mes del año anterior y establecer diferencias, por ejemplo.
A. Alcanzable: mira si cuentas con las herramientas necesarias para conseguir ese objetivo.
R. Realista: que sean metas que puedas alcanzar y no imposibles.
T. Determinados en el tiempo: los objetivos deben tener un tiempo de ejecución para poder establecer premisas.
Como verás, realizar todo este proceso te tomará un rato, pero te ayudará a tener una visión clara de dónde estás y adónde quieres llegar en el nuevo periodo. No desaproveches esta oportunidad.
Reflexionar sobre los logros obtenidos y los problemas enfrentados viene bien para tener una idea de en qué punto está tu negocio y de esta manera poder establecer unos objetivos claros para lo que viene
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