¿Qué significa tributar por módulos y cuándo me conviene elegir esa opción?

A la hora de decidir emprender en hostelería, lo primero que hay que elegir convenientemente es la forma jurídica bajo la cual vamos a desarrollar nuestra actividad.

El bar abrirá cada día y funcionará bajo el paraguas de una determinada forma jurídica que será la que dé lugar a una serie de obligaciones tributarias o a otras.

Son decisiones que tenemos que tomar antes de abrir a nombre de quién estará el contrato de alquiler, la cuenta del banco o las facturas de los proveedores así como quién será el empleador de los camareros y cocineros de nuestros bares.

Asesórate bien

Aquí te vamos a dar las líneas generales de los dos sistemas de tributación vinculados a los autónomos, pero te recomendamos que contrates a una buena asesoría que te guíe y te recomiende qué hacer en este proceso.

Principalmente, porque vamos a hablar del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas y ese impuesto es personal y directo, tiene muchas vertientes y derivadas personales que es mejor que analice alguien que tenga toda tu información, como tu gestoría.

¿Es mejor ser sociedad o autónomo?

Es lo primero que te debes preguntar. No es tema de este contenido entrar en detalle en ello, pero la elección dependerá de la responsabilidad que quieras asumir con tu negocio y de los impuestos directos sobre el beneficio que vayas a pagar.

Dentro de ser autónomo, tenemos dos opciones: estimación directa o estimación objetiva.

• La estimación directa es aquella en la que pagas cuanto más dinero ganas, sacando ese resultado de la diferencia entre ingresos y gastos.
• Sin embargo, con la estimación objetiva, el IRPF a pagar dependerá de una serie de parámetros objetivos.

¿Qué significa tributar por módulos? 

Como os decíamos, tributar el IRPF por módulos significa que lo que vas a pagar de ese impuesto está establecido en unas tablas, por unos parámetros sujetos a datos objetivos.

Cada epígrafe del IAE (Índice de Actividades Económicas) tiene unas tablas en las que se indica el rendimiento neto por unidad.

Por ejemplo, si eres un “Restaurante de un tenedor” tu rendimiento neto se calculará en base a los siguientes parámetros: personal asalariado, personal no asalariado, potencia eléctrica, mesas y máquinas recreativas y tragaperras. Por dar alguna cifra, os decimos que el rendimiento neto por mesa es de 220,45 euros al año y por cada kw contratado de 125,97 euros.

De esta manera absolutamente objetiva se determina el rendimiento neto que será la base de cálculo para el pago del IRPF.

El origen de este sistema objetivo de tributación está en el enorme número de pequeños negocios que existen en nuestro país y en la voluntad de la Agencia Tributaria de evitar grandes gastos en gestorías y en sistemas administrativos a los pequeños empresarios autónomos.

Décadas más tarde, en la actualidad, con unos sistemas tributarios totalmente informatizados, la tendencia es que la Agencia Tributaria acabe eliminando este sistema de tributación y sustituyéndolo por el de estimación directa, provocando que esos pequeños negocios tengan que mejorar en sus sistemas de control administrativo.

La irrupción de la pandemia del Covid-19 en el año 2020 hizo que se retrasara la eliminación de este método de tributación, pero el compromiso del Gobierno es de eliminarlo en pocos años.

¿Existen límites en la tributación por módulos?

Sí. No siempre se puede elegir entre tributar por módulos o en estimación directa.

• Si tus ventas son superiores a 250.000 euros tendrás que pasarte a estimación directa.
• De igual modo, las compras de bienes y servicios tienen que ser, también, inferiores a 250.000 euros año para poderte mantener en el sistema de módulos.

Por lo tanto, sólo si cumples ambos requisitos puedes tributar por módulos.

A la hora de elegir si tributar por estimación directa o estimación objetiva, debemos de calcular esa especie de “tarifa plana” que nos da el sistema de módulos tras aplicar las tablas y ver si incurriremos en mayor o menor pago de impuestos que si pagásemos IRPF en base a nuestro beneficio real teniendo en cuenta los tramos propios del impuesto, es decir, la estimación directa.