Cuáles son los tipos de licencia en hostelería (y cuál puedes solicitar según tu idea de negocio)
Según el servicio que ofrezcamos en nuestro establecimiento, el local puede requerir distintos permisos. ¿Cuáles son las licencias de hostelería más comunes?
La elección del tipo de licencia es determinante a la hora de emprender en hostelería ya que esa licencia es la que te va a permitir realizar ciertas actividades a determinados horarios o la que te va a restringir esa opción.
Como tantas otras cosas, el poder de legislar sobre las licencias de apertura está derivado al ayuntamiento específico de cada una de las Comunidades Autónomas, así que es complicado definir con precisión los tipos de licencia de cada lugar de España.
Por ejemplo, en Madrid, los tipos de licencia para la hostelería vienen definidos en la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, popularmente conocida como LEPAR, que se aprobó a finales de los años 90.
Las distintas categorías de negocio requieren distintas licencias de hostelería para entrar en funcionamiento, con trámites diferentes. La clasificación troncal de los establecimientos en el ámbito hostelero incluye tres tipos de locales: bar, cafetería y restaurante. Hay también una cuarta categoría en los tipos de licencias para bares, conceptualizada como un ‘cajón de sastre’, que incluye todos los servicios que no entran en los anteriores.
Licencia de restaurante
Los restaurantes son locales que tienen integrada una cocina completamente equipada y, por norma general, un espacio de comedor en el que se pueden ofrecer comidas y cenas. No obstante, también encontramos casos en los que no se exige un local con una cocina completamente equipada, como ocurre con los negocios que trabajan con la llamada ‘quinta gama’.
Para obtener este permiso o licencia de apertura para abrir un restaurante, un técnico especialista del ayuntamiento tiene que hacer una inspección y posteriormente realizar un informe en el que certifique el cumplimiento de una nutrida lista de requerimientos legales: correcto almacenamiento de alimentos, salubridad y ventilación de la cocina, instalaciones, plan de incendios, insonorización, aseos, cuarto de limpieza, cuarto de basuras y otros aspectos urbanísticos.
Tipos de licencias de apertura para bares y restaurantes
Encontramos tres subtipos de licencias de hostelería para los bares:
- De restauración mixta menor: sirven bebidas, bocadillos fríos o calientes y tapas en barra o mesas, pero cuentan solo con herramientas básicas de cocina: una plancha y una máquina de café. No pueden, por tanto, ofrecer menús o servicio de carta a menos que los platos sean proporcionados por un servicio externo de catering.
- Bares con comida rápida: disponen de más elementos de cocina, que les permiten ofrecer una mayor variedad de tapas y bocadillos, aunque tampoco pueden elaborar almuerzos o cenas.
- Bar cafetería: en este tipo de licencia de hostelería, además de bebidas, bocadillos y aperitivos, se sirve una mayor variedad de infusiones y brebajes (diversos tipos de preparados de café, tés, helados, batidos, smoothies, etc.)
Todos ellos requieren también de la realización de un proyecto por parte de un experto del ayuntamiento. Los requisitos son algo más sencillos que los exigidos en el caso de los restaurantes.
¿Cuál es la diferencia entre licencia de apertura bar y de cafetería?
La diferencia esencial entre la licencia de bar y la cafetería radica principalmente en el tipo tipo de mobiliario y consumición. Los bares están pensados para servir bebida en la barra, por lo que no pueden ofrecer mesas para cenas y sus alimentos deben ser de elaboración sencilla.
Mientras que las cafeterías sí pueden ofrecer platos en mesa, pero su propuesta de restauración debe ser de consumiciones preparadas en plancha, por lo que sus platos no pueden cocinarse con la misma potencia permitida para un restaurante.
Otros tipos de licencia de hostelería
- Bien sea por tradición o porque el local ha optado por la especialización, en esta categoría encontraremos multitud de tipos de licencias para bares menos habituales: tabernas, mesones, cervecerías, salas de fiesta, salones de juegos, etcétera.
Los mesones, por ejemplo, son establecimientos de estilo rústico a medio camino entre el restaurante y la posada o venta; mientras que un chigre se podría identificar como una sidrería típica asturiana. - Además, existen derivaciones de los grupos principales, tales como los bares con ambientación musical, reproducida mecánicamente o en directo, que no pueden ofrecer pista de baile.
- También hay negocios que fusionan dos o varios servicios. El más habitual de todos el bar-restaurante, que cuenta con barra de bebidas y también con comedor. Sin embargo, todas estas variaciones son asimilables a las categorías de la clasificación troncal.
Trámites
En caso de que ya se esté desarrollando una actividad hostelera en el local donde quieres montar tu negocio te recomendamos que solicites antes la entidad de gestión de licencias urbanísticas de tu localidad un informe sobre el estado de la licencia y de los antecedentes que pudiera tener.
Si el local que has elegido nunca tuvo uso hostelero, lo ideal es que elijas la licencia a desarrollar con la ayuda de una empresa profesional que te guiará en los trámites y que te aconsejará sobre cómo puede ser físicamente el negocio, qué maquinaria instalar o qué aforo podrás tener.
También deberás prestar atención a las delimitaciones realizadas por la administración en materia de ruidos y medio ambiente, como te explicamos en este contenido sobre las ZPAE
Una vez comprobado y certificado el cumplimiento de la normativa urbanística y sanitaria, la administración expedirá la licencia de apertura. Acto seguido, los responsables del negocio deben proceder a la inscripción del mismo en el registro de empresas y actividades turísticas de la comunidad.
Por último, también es importante tener en cuenta que la licencia de hostelería está vinculada a un local concreto, por lo que si el inmueble se traspasa o se vende, el nuevo dueño podrá conservar la licencia, siempre y cuando se siga realizando la misma actividad en el establecimiento y el permiso no haya caducado. Eso sí, si el negocio se traslada a otro inmueble, se tendrá que solicitar una nueva licencia.
La licencia de hostelería está vinculada a un local concreto y, si se vende el establecimiento, el nuevo dueño podrá conservarla.
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